Un Júpiter joven que desafía todo lo que sabíamos sobre el nacimiento de los planetas

¿Has pensado alguna vez en cómo nace un planeta? ¿Cómo sería ver el retrato de un mundo apenas salido del horno cósmico? Imagina un gigante gaseoso, recién formado, candente, sumergido en las profundidades polvorientas de su sistema. Pues bien, astrónomos acaban de captar una de esas imágenes escurridizas: el bebé planetario más fascinante de los últimos años acaba de ser fotografiado, y promete revolucionar lo que pensábamos sobre el nacimiento de sistemas planetarios.

Un gigante jovenzuelo: así es WISPIT 2b, el bebé gaseoso

Pongámonos en situación. Un equipo internacional de astrónomos, usando la potencia colosal del Very Large Telescope (VLT) desde el desierto de Atacama, en Chile, escaneaba estrellas jóvenes. Unas cuantas miradas rápidas, esperando hallar algún puntito luminoso (quizá un planeta). Y, de repente, aparece no solo el planeta, sino un disco de polvo multianillo tan sugerente que parecía una obra de arte cósmica. El nombre del protagonista: WISPIT 2b. Un gigante gaseoso con unos cinco millones de años –sí, recién nacido si hablamos en términos astronómicos– y una masa cercana a cinco veces la de nuestro Júpiter.

¿Un suceso raro? Totalmente

Esta imagen es especial por varias razones. Primero, porque es apenas la segunda vez que pillamos un planeta en un estado tan temprano, justo en la etapa de formación, alrededor de una joven versión de nuestro Sol. Y, encima, el primero en hallarse bien acomodado dentro de un disco multianillo. Esto no es poca cosa, ojo: hasta ahora, lo normal era encontrar planetas más maduros, lejos de la guardería estelar donde se gestan los sistemas planetarios. Aquí, casi podemos ver al planeta aún tragando gas, formándose su atmósfera, brillante en el infrarrojo como una brasa en la noche.

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¿Cómo cazaron la imagen? Tecnología al máximo nivel

El grupo, formado por expertos de la Universidad de Leiden y Galway, no perdió el tiempo. Al ver el disco, solicitaron observaciones de seguimiento y lograron captar a WISPIT 2b en infrarrojo —el planeta todavía brilla de lo caliente que está tras nacer—. Los datos iban de la mano con otro hallazgo: un equipo de la Universidad de Arizona también detectó al planeta en luz visible gracias a un instrumento especial. Básicamente, WISPIT 2b sigue en pleno proceso de engullir gas, montando su atmósfera como un chef con prisa. Una oportunidad inmejorable para estudiar cómo un planeta toma forma en plena cocina estelar.

Un laboratorio natural para entender el caos planetario

¿Por qué tanta emoción entre los astrónomos? Porque este tipo de imágenes son la llave para comprender cómo surgen, evolucionan y divergen los sistemas planetarios. Muchos exoplanetas que conocemos son radicalmente distintos a los de nuestro Sistema Solar. ¿Por qué hay tanta diversidad? Las primeras etapas, como la de WISPIT 2b, podrían tener la respuesta. Un dato que impresiona: el disco que rodea la estrella donde orbita este bebé gigante tiene un radio de 380 unidades astronómicas (UA), lo que equivale a 380 veces la distancia entre la Tierra y el Sol. O sea, inmenso.

No solo es raro, es valioso

El hallazgo llegó en el marco de un programa observacional de cinco años, cuyo objetivo era descubrir si los planetas gigantes de órbita ancha son más frecuentes en sistemas jóvenes o veteranos. Todo parecía ir según lo planeado, hasta que apareció este hallazgo inesperado, cargado de implicaciones para la astrofísica actual.

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¿Qué nos esperan en los próximos años?

Según el Dr. Christian Ginski, uno de los responsables del estudio, tener una imagen tan precisa de un planeta en formación es oro puro para los investigadores. Estas observaciones permitirán comparar, analizar y, sobre todo, entender por qué los sistemas exoplanetarios son tan variopintos. Sin duda, todos los astrónomos especializados en formación planetaria van a tener puesto el foco en WISPIT 2b durante mucho, mucho tiempo.

¿Quieres ver la imagen?

No te quedes solo con la descripción. Echa un vistazo al asombroso retrato de este planeta en sus primeros pasos.

Un Júpiter joven que desafía todo lo que sabíamos sobre el nacimiento de los planetas
  • WISPIT 2b: un coloso cinco veces mayor que Júpiter
  • Descubierto en pleno proceso de formación, rodeado de un disco multianillo
  • Un laboratorio único para entender cómo surgen sistemas como el nuestro, y como casi ninguno que hemos visto

El universo sigue dándonos sorpresas. Quién sabe, igual algún futuro explorador en algún rincón del cosmos podrá mirar atrás y decir: vimos nacer a WISPIT 2b. Cosas que solo la astronomía puede regalar.

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