¿Estamos a punto de presenciar una de las imágenes más reveladoras de un “mini-planeta” orbitando una estrella cercana? Nuevas observaciones con el poderoso telescopio espacial James Webb han sacado a la luz lo que podría ser uno de los exoplanetas de menor masa jamás vistos directamente. Y sí, los detalles harán las delicias de cualquier amante del cosmos.
TWA 7: Una estrella minúscula con gran misterio alrededor
En el vasto vecindario de nuestra galaxia, a poco más de 100 años luz —que, para los estándares cósmicos, es como decir «al lado de casa»— vive TWA 7. Esta estrella, discreta y pequeñita, es una *enana roja* de tipo M. Pero lo interesante aquí no es la estrella en sí, sino la actividad frenética (bueno, “astronómicamente frenética”) que ocurre a su alrededor.
Una pista brillante en el infrarrojo
Todo comenzó con datos procedentes del antiguo telescopio Spitzer, que observó un brillo inusual en TWA 7 en el espectro infrarrojo. ¿El motivo? Ese brillo fue el chivato de que una nube de polvo y escombros la rodeaba. A ver, cuando hablamos de “escombros” en el espacio no es un vertedero, sino partículas y rocas remanentes después de la formación planetaria—lo que para los astrónomos sería una joya científica.
Disco de escombros confirmado: anillos y hasta espirales
Equipos armados con el Hubble y telescopios terrestres pusieron la lupa sobre TWA 7. ¿Conclusión? Cerraron el caso: la estrella luce un disco de escombros frontal nítido, con anillos definidos y un brazo espiral tan etéreo como hermoso. Los expertos especularon: si existe una cavidad dentro de ese disco —un vacío, vaya— lo lógico es pensar que la escoba responsable del “barrido” sería un planeta. Probablemente uno con la masa de Saturno y orbitando muy cerquita de su estrella madre.
Entra en escena el telescopio James Webb
Ya sabemos que el James Webb es el rockstar del momento en astronomía. La predicción de ese hipotético planeta fue irresistible. El JWST apuntó hacia TWA 7 en el infrarrojo medio, y… bingo: detectó un punto brillante justo en el sitio pronosticado. Pero, un momento, ¿no podría ser una galaxia distante que casualmente apareciera en ese lugar? La duda es sana.
Asegurando el disparo: Observaciones adicionales
Nadie quería quedarse con la duda. Así que, semanas después, el Webb volvió a la carga pero esta vez en otras franjas del infrarrojo cercano. Lo fascinante es que ese punto brillante seguía ahí, sin moverse ni un ápice. Y, ahora sí, el “color” (los datos del espectro, para quienes quieran el dato técnico) encajaba mucho más con lo que se espera de un planeta, que con una galaxia de fondo.
- No es relato de ciencia ficción, es ciencia en tiempo real.
- Nadie ha afirmado todavía al 100% que se trata de un planeta, aunque hay fundadas razones para el optimismo.
- Las próximas observaciones (ojo, la investigación sigue en curso) serán decisivas para confirmar si efectivamente estamos ante uno de los planetas de menor masa identificados directamente en la historia de la astronomía.
¿Por qué tanto revuelo por un planeta “menor”?
Simple: captar imágenes directas de mundos “tímidos”, de baja masa, es un desafío. Estos planetas suelen perderse bajo la sombra y el brillo de su estrella anfitriona. Si los datos del JWST se confirman, esto abriría una ventana a entender cómo se forman sistemas planetarios pequeños, complicados de estudiar hasta ahora. Ciencia a fuego lento, pero ¡espectacular!
¿Te quedaste con ganas de verlo?
Aquí te dejamos la imagen capturada por el telescopio Webb que ha puesto a la comunidad científica en vilo:


¿Qué será lo próximo que descubriremos merodeando por los alrededores de TWA 7? La caza de exoplanetas tranquilos pero intrigantes apenas acaba de comenzar. A veces, los misterios más grandes están en los detalles más pequeños… O, en este caso, alrededor de una diminuta estrella roja perdida en la inmensidad.




